El mejor ejemplo para organizaciones públicas y privadas —sin importar su tamaño, vocación o sector— sin duda se puede vincular con el Deporte.
Concentración, disciplina, administración eficiente del más mínimo recurso, constancia para conquistar metas, habilidad al superar dificultades, reconocimiento al logro, son rasgos que con toda seguridad creemos hacen mejores organizaciones, mejor sociedad y mejor país.
De hecho, existe la Gerencia Deportiva, pues el manejo real de federaciones, selecciones y clubes no es tan diferente en sus estructuras a la de cualquier otra entidad. Por ello también existe la Planificación en el mundo deportivo, y esta se construye de manera similar a cualquier otra planificación.
¿Cuáles son las Bases?
Más allá de lo que significa ganar partidos o títulos, debemos comprender todo el andamiaje que hay detrás.
Toda Planificación en esencia se compone de: La Estrategia, que por un lado sienta las bases y traza la ruta, mediante la declaración que hace la organización respecto a cuál es el propósito que justifica su existencia (Misión), hacia dónde desea llegar con dicho propósito (Visión), así como las causas fundamentales que defiende (Valores); mientras por otro lado identifica las Prioridades o puntos que deben ser atendidos, además de los Objetivos que se requieren para solucionar cada prioridad.
Alrededor de estas dos últimas gira la Acción, Plan Operacional o Plan de Negocio. Es en función de las Prioridades y los Objetivos que se debe designar el rol que cumplirá cada actor, en qué plazos, con cuáles recursos (financieros, materiales, humanos), qué riesgos deberá manejar, cuáles indicadores medirán el avance, cómo se comunicará y cómo se evaluarán los resultados.
En palabras simples, la Estrategia es el “qué”, y la Acción es el “cómo”.
¿Quiénes participan en el proceso de Planificar?
Una parte representativa de los Stakeholders, que en estos casos serían directivos, entrenadores, jugadores, padres de los jugadores (cuando se trata de menores), voluntarios y comunidad.
¿Cómo se desarrolla un Plan Deportivo?
En primer lugar, se conforma un Comité liderado por un Director que supervise el proceso, equilibre los puntos de vista, mantenga el enfoque y haga seguimiento a los resultados.
Luego se debe indagar las inquietudes e intereses de los Stakeholders, para lograr una planificación realista que refleje todas las opiniones posibles en pro del beneficio común.
Antes, durante y después del proceso, se programan encuentros y reuniones donde se informa a los Stakeholders sobre los avances, haciendo sentir a todos protagonistas del resultado final.
4 Pasos para un Plan Deportivo triunfador
Trabajar de la mano con los Stakeholders de un proyecto de equipo o instalación deportiva, es una labor compleja donde ante todo se debe procurar la armonía entre diversas opiniones, aptitudes y —en especial— intereses.
- Escuchar: Es importante utilizar los canales de comunicación que mejor alcancen a cada sector de Stakeholders, para que no pierdan ningún detalle del plan, tomar en cuenta sus aportes y así lograr el más alto nivel de compromiso.
- Aplicar: Un Plan sin implementación es lo mismo que no hacer nada. Una vez revisada y aprobada la Planificación por los directivos con el apoyo general, cada sector de Stakeholders se animará a colaborar desde su respectivo rol para llevarlo a la realidad, a medida que vaya percibiendo sus progresos.
- Revisar: Se debe definir una frecuencia de tiempo —mientras más corta y continua, mejor— para ir tomando sobre la marcha los correctivos necesarios conforme se avanza hacia los objetivos planteados.
- Premiar: Nunca se debe subestimar el poder que tiene valorar y recompensar los logros por muy pequeños que luzcan. Es lo que mantendrá de pie el ánimo del equipo, motivándolo a seguir y superar el cumplimiento de las prioridades y objetivos.
La ventaja de una Planificación bien llevada es que siempre permitirá llegar a la meta con el mejor desempeño y las menores adversidades posibles, llevando a la organización a ser su mejor versión.